El está desesperado. No es una mala persona, no tiene un mal corazón, sólo deseos grandes de superación en condiciones limitadas... desafortunado conjunto de sucesos que parecen perseguirle por la vida sin oportunidad de cambiarlas.
Cada vez que intenta salir adelante, su ambición por conseguir siempre más, no le deja ver que está cometiendo el mismo error de nuevo.
El no sabe que sus decisiones, por más insignificantes que le parezcan, tocan a una familia entera.