30.12.08

23.12.08

Feliz Navidad!!!




A todos, muy Feliz Navidad!

19.12.08

Bad hair day

No me gusta para nada la gente prepotente!...

30.11.08

Más que palabras

Leía hoy en un periódico local un artículo sobre el efecto Clever Hans. Han visto alguna vez esos programas sobre animales que adivinan cuánto es 2+2 con sólo golpear sus patas o rechinar los dientes o algo así por el estilo? Yo pensaba que eso era cosa de ahora, de los amos que no tienen nada mejor que hacer que sentarse a enseñarles matemáticas a sus mascotas o simplemente de aquellos que tienen una gran obsesión para que los animales parezcan personas y ganar con ello alguna extra de dinero. Pero no, resulta ser que para 1891, un alemán de apellido von Osten mostraba su caballo por todas partes porque le había enseñado aritmética, y éste respondía golpeando su pata contra el suelo. Se llamaba Hans, el inteligente. Por supuesto, algún prójimo se dedicó a estudiar el truco detrás del caballo y sí, fue un psicólogo (para variar). A la conclusión que llegó este señor, fue que el equino sólo ocupaba dos cosas para responder bien cada pregunta: hacer cntacto visual con su amo y que su amo conociera la respuesta! Porque a medida que el pobre Hans se acercaba a la respuesta correcta, la expresión facial, la tensión y la postura de su amo cambiaban y cuando daba en lo cierto, su amo le indicaba detenerse. El truco es hablar en clave... Este estudio se propagó y se conoce hoy día como el Efecto Clever Hans (sí, en honor al caballo, por lo menos lleva su nombre! Mandaría sino, después de tantos golpes que se llevó el pobre!). La cosa es que el estudio se extendió hacia las personas, y la conclusión es que en muchas ocasiones no hace falta hablar para entenderse. Muchas veces las palabras sobran, los gestos nos delatan y las miradas dicen mucho más.

23.11.08

Brillar con luz propia

A veces nos encontramos con personas que en su momento significaron mucho para uno, pero luego que el mundo, el destino o uno mismo decide sacarlas de nuestras vidas. Algunas de ellas pierden el brillo al que estábamos acostumbrados a admirar, que nos cegaba y nos hacía decir y hacer miles de tonterías! Ni siquiera hay destellos. Sin embargo, otras, las vuelves a encontrar y brillan cada vez más... Hasta te enloquecen con sólo admirarlas aún de lejos... Entran en una habitación e iluminan inmediatamente todo el lugar, y te sientes esa atracción de nuevo, con mucha más fuerza hacia esa persona.
Simplemente, hay alguien que siempre destaca entre los demás...

15.11.08

No sueltes mi mano


El viaje es largo. Tomate tu tiempo y piensa bien en lo que quieras hacer; no te precipites.

Yo acá por mientras, vaciaré mi cabeza de todos los recuerdos y así, será más fácil botar el ayer, dejándome andar con más tranquilidad.

El viaje es largo para los dos. No sueltes mi mano.

5.11.08

El momento correcto

El amor llegó a mí por primera vez hace quince años. Lo encontré, lo dejé, me dejó... nos distanciamos.

Hoy la vida me lo trae de nuevo, con miles de recuerdos, una gran incógnita y un enorme miedo de fallar. Pero algo dentro de mí me dice que me deje llevar, que lo disfrute porque este es el momento correcto para amar.

Estaba escrito que nos volviéramos a cruzar en el camino... Lo que está para uno, está para uno.

1.11.08

Zapatos rojos

A través de la literatura, se han popularizado mucho los zapatos rojos. Tanto en el cuento de Hans Christian Andersen como en El Mago de Oz, los zapatos rojos son símbolo de poder en las protagonistas, aunque en el primer caso, la lleva a un triste final.

Pero qué simbolizan éstos realmente? Poder, peligro o pasión? En su libro Fetichismo, Freud relaciona los zapatos con el deseo sexual y con la tendencia a la sumisión del individuo que se deja vencer. No sé qué tan cierto será, pero para efectos de este blog, el título no es más que una concordancia entre nombre y la plantilla.

Ellos siguen los Zapatos Rojos

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