Una de las grandes cualidades que tiene el ser humano es la conciencia; el poder discernir entre las cosas que haces o dices y plantearte si están bien o están mal. Pero, cómo saberlo?
Todo empieza entonces desde el "yo", percibiendo y palpando qué es correcto hacer y qué no. Pasa que mi "yo" no está funcionando en los últimos días como debería y mi concepto de ética no recuerdo dónde lo dejé...
Hoy podría hacerme de la vista gorda y continuar en este laberinto de sentimientos como si nada me afectara, pero el punto es, que me está afectando y por si fuera poco, estoy ocultando mi verdadero sentir, que es imperdonable que lo haga porque poco a poco siento cómo voy mutilando a este corazón! Me siento como un líquido que hierve constantemente y al llegar al tope, alguien te quita la tapa, los vapores salen y entonces vuelves a bajar, pero te dejan la misma temperatura, la tapa de nuevo y repites lo mismo, hasta que te secas... y es ahí hasta cuando quien controla el fuego, se da cuenta que su método no va a darle los mejores resultados. Sólo dos cosas pueden pasar: o cambia el método o quema lo que tiene, pero yo no soy quién para decirle a ese alguien qué debe hacer o no. Pero sí puedo decirme a mí misma que yo ya no quiero hervir más porque me hace mal y porque no está bien, porque no es justo ni es moral. Porque después de todo, parece que estoy recuperando mi conciencia!